Archive for the ‘Metaenseñanza’ Category

Principios filosóficos de la educación

29 octubre 2014

En este estupendo vídeo, Juan Antonio Negrete nos presenta la base filosófica sobre la que se sustentan los distintos modelos educativos. Partiendo de las distintas concepciones históricas sobre la esencia del hombre, este profesor de filosofía expone cuatro filosofías de la educación:

a) concepción de que el hombre no tiene esencia: pedagogía que ve la educación como manipulación

b) concepción del hombre como un ser cuya esencia está constituida por los sentimientos y las emociones: pedagogía emotivista y educación emocional

c) concepción que pone el acento de la esencia del hombre en la voluntad: pedagogía voluntarista y del deber

d) concepción de la esencia humana como razón comprensiva y sabiduría: pedagogía del conocimiento y la comprensión

   Disfrutadlo.

La Web 2.0

2 May 2011

Estando metidos de lleno en la revolución tecnológica sería conveniente reflexionar acerca del «cómo» y del «qué» de lo que llamamos Escuela 2.0.

Este vídeo nos ayudará a ello:

Una conferencia de José Antonio Marina

14 febrero 2010

   El 12 de marzo del 2007, en el marco de unas jornadas sobre Educación, José Antonio Marina dio una excelente conferencia sobre algunos elementos de nuestro sistema educativo.

  Algunas de las ideas que podréis oír si pincháis en el enlace, las resumo aquí:

   a) La Educación Secundaria debe generar sus propias ideas y formas, independientemente de la Universidad y de la educación primaria

   b) La inteligencia práctica es superior a la inteligencia teórica.  En esta Pedagogía de los Recursos (conjunto de habilidades intelectuales, afectivas y éticas convenientes para resolver problemas) surge el concepto de Competencias Básicas

   c) Los Centros Educativos deben saber desarrollarse como entornos sociales inteligentes

   d) Las familias y los profesores deben estar instalados en el optimismo

   e) La auténtica diferenciación en el sistema educativo surge con la obligatoriedad de la enseñanza. La ESO, en cuanto etapa no obligatoria, supone dos objetivos contradictorios: mantenerse como un sistema de integración social y conseguir una enseñanza de calidad. El Bachillerato, como etapa no obligatoria, implica la excelencia en la enseñanza pero el último contacto del alumno con la Cultura en mayúsculas.

   f) La responsabilidad de todos los estamentos implicados en la educación es el punto central de la Educación

   g) La sociedad actual, heterogénea y abierta, transmite una sensación en los docentes de soledad en la transmisión de los valores e ideales

   h) El Bachillerato debe implicar una «postura activa» en el alumno y una capacidad en el profesorado (un «talento pedagógico») de saber insuflar y motivar en el alumnado la confianza y la seguridad en su propio progreso

  i) Max Aub: «Hice lo que pude».

Fines de la educación

27 diciembre 2009

Esta fantástica peliculita se titula «15 días de agosto»:

El visionado de este cortometraje provoca varias preguntas:

         -¿cuál debe ser la finalidad de la educación? ¿para qué metas o propósitos finales «reales» está concebida la enseñanza actual?

        -¿se puede identificar el modelo reflejado en el texto con las posibilidades que ofrece la sociedad contemporánea? ¿Qué le puede ocurrir a ese niño en nuestro sistema educativo?

  Transcribo una serie de ideas (no mías) que pueden servir de cauce para responder a las preguntas anteriores, y vislumbrar por dónde van las coordenadas educativo-sociales de hoy (que hablan de «competencias», logros, etc.):

   parece obvio que para que el deseo pueda seguir existiendo, los objetos deben estar permanentemente ausentes. Porque no es el objeto concreto lo que se desea, un «eso», sino la fantasía de eso. Podemos decir que el deseo sustenta fantasías atípicas.  De una manera más prosaica: hay que tener cuidado con lo que se desea, porque estamos condenados a no quererlo (o a desilusionarlos porque experimentamos que no nos colma) en cuanto lo consigamos.

  Es muy posible que vivir acorde a nuestros deseos no nos haga felices. Seguramente es más feliz quien vive su vida conforme a ideas o ideales humanitarios intangibles que aquél otro que vive y evalúa su vida por los resultados concreto-materiales que ha obtenido.

 La mejor manera de valorar la relevancia de nuestra vida es valorando la vida de los otros, y el modo en que nuestros proyectos aportan humanidad a los demás.